miércoles, 24 de junio de 2015

El vestido como imagen de tu ser íntimo


En los tiempos de nuestras madres y abuelas, el vestir era todo un arte. 
Con la selección cuidadosa de cada tela y accesorio que debía llevar el vestido que ella había imaginado, es que cada mujer del tiempo de antes vestía a su propio estilo. 
Con esto quiero decir que en estos tiempos la moda y el estilo se han convertido en algo totalmente descartable y sin significado alguno. Las grandes tiendas nos han enseñado y acostumbrado a comprar cantidades de ropas, que no nos gustan y que podemos tirar al basurero sin ningún cargo de conciencia, aún cuando esto para el ambiente sea algo terriblemente perjudicial.
Pagamos cualquier colón por nuestra imagen y no nos interesa mucho qué llevamos puesto y qué decimos con nuestros ropajes.
En tiempos de nuestras abuelas, cada una buscaba afanosa el tipo de tela, el botón y accesorio que llevaría su vestido y por lo tanto su imagen era fiel reflejo de su personalidad.
Cada detalle era cuidadosamente estudiado, las personas vestían con telas de calidad y parte de su espíritu quedaba plasmado en ese trabajo de la búsqueda del espíritu mismo. 
Lo que uno quería expresar de uno al mundo era parte de la ropa que lucía.
Hoy en día existe el concepto acuñado : "Marca Personal". 
Qué es la llamada "Marca Personal"? Dónde quedó olvidado el concepto de estilo y paso personal? 
Lo perdimos desde el día en que cedimos a la tentación de llenar nuestros roperos con prendas que ni nos gustan, ni nos definen. Roperos llenos y al final de cuentas, unas pocas piezas son las que se escogen para ponerse, repetidamente, una y otra vez.
Qué hemos perdido? 

Hemos perdido el sentido de nuestro ser íntimo. Ese ser que se expresa en el momento de vestir y que nos define. Nos define, en las telas, en las texturas, en los colores, en los diseños, en los accesorios como botones, plumas, guantes, zapatos, joyas, etc.
Ese ser que antes se expresaba en la ropa, que hacía sentirse seguras a las mujeres al caminar porque su atuendo era parte de su espíritu!
En general los roperos no eran muy grandes, ni estaban a reventar, pero eran la expresión del ser mismo de la persona que lo poseían. 
Ese caminar con paso firme, entendiendo la contextura de su cuerpo, del color de su piel, de los altos y bajos del  físicos de cada una y de cómo superarlos con artimañas muy bien elaboradas, pero que funcionaban a la perfección.
Hoy en día son pocas las personas que conocen en realidad su contextura y sus pros y contras. 
Es tan dramático que si en la foto se enmarca demasiado el defecto ( que no se conoció, ni se internalizó antes) simplemente se procede a un "photoshop" y la persona se siente satisfecha de verse virtualmente bien. No es consciente de que a su paso, esa "Marca Personal" que deja, dice : 
"No me conozco, no me importo, no me entiendo"!
Hemos perdido nuestro aprecio a la imagen, al buscar cuidadosamente cada prenda y poner en ella el espíritu, para que eso se refleje a nuestro paso. 
La escogencia de la tela, de la hechura, de los accesorios y el sacar el tiempo para poder estudiar qué tipo de contextura se tiene, cuál es la forma más apropiada para lucir mejor, ese estudio que viene de nuestro ser interno y que sale a la luz cuando podemos sentirnos seguras y plenas, al poder dar la imagen perfecta de nuestro ser interno. Eso, eso es exactamente lo que hemos perdido.

La búsqueda interminable por grandes malls, en los cuales no llegamos a encontrar nada ni parecido a lo que queremos decir y que más bien nos imponen una moda, una tela, un accesorio, todo esto nos ha llevado a la masificación de nuestro ser interno y de nuestro andar y caminar seguras.
Una vez leí en una revista de arquitectura y decoración que para hacerse de su estilo propio en tu entorno y casa, tenías que ver y revisar muchas revistas y sacar de ellas únicamente los detalles que se nos presentaban.
Así pienso que podemos ir buscando e iniciando la búsqueda por una "Marca Personal" única, que nos haga sentir seguras y que nos ayude a sacar ese ser íntimo, especial y exclusivo.
Estudiar la contextura de nuestro físico,el color de nuestra piel y qué colores exhalan nuestros atributos, la hechura de los vestidos y cuál nos favorece, cuál nos define, la textura de las telas, los accesorios y demás, es un proceso en el cuál nos hacemos una sola: el ser interno y el aspecto físico. Para así lograr una unidad que nos proyecta como mujeres bellas y seguras.
Es un proceso pleno, intrigante y lleno de misterio.
Quién dentro de mí emergerá y me sorprenderá?
No interesa y poco importa si lo que se viste es caro o barato, lo que importa es que nuestro ser pueda sentirse cómodo, pleno y de esta forma poder enfrentar al mundo con sus problemas y alegrías, de una forma única y exclusiva, la de uno mismo!

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