viernes, 6 de octubre de 2017

El Mantón de Manila, historia

Aún cuando asociamos el Mantón de Manila directamente con España, 
su origen está a miles de kilómetros de distancia e 
incluso en una cultura muy diferente a la de este país europeo.

Su nombre nos lleva al continente asiático, específicamente en Filipinas ,
cuya capital y puerto es Manila. Y, aún así, tampoco es este su verdadero origen.

Puerto de Manila


La historia empieza en la gran China imperial, donde la producción de seda es un arte y el bordado con hilos de seda una destreza esencial para cualquier mujer china 
que deseara casarse bien.

Es en China, donde el bordado se convierte en parte integrante de la cultura y donde se desarrolla en su máximo esplendor, el país de origen de esta pieza tan "española".

Al principio los mantones tenían diseños muy orientales y chinos como lo eran los crisantemos, los dragones y pagodas, sin embargo con el tiempo los diseños fueron cambiando más al gusto de la cultura occidental.


En China el mantón era producido exclusivamente para exportación, 
no era parte del vestido habitual de las mujeres de este país. 
No se pretendía que fueran obras de arte, ya que estaban elaboradas para la venta, 
sin embargo la calidad de la seda y el exquisito bordado lleno de vitalidad,
 lo convierten en piezas muy caras y apreciadas en Occidente.



Es cuando España empieza a controlar las Filipinas en los años 1565 que establece el Puerto de Manila para poder transportar la carga de Oriente a sus dominios.
Son los galeones que viajaban Manila-Acapulco los encargados de llevar la mercancía a Méjico y de ahí a Europa. Muchas de estas mercancías estaban hechas en Canton, China y una de ellas era el apreciado Mantón.
Los galeones zarpaban de Manila y es aquí donde se hace la asociación del nombre de Mantón de Manila, aún cuando provenía de otro país.



Los bordados eran muy apreciados no sólo por su fino y delicado trabajo sino también por ser elaborados en suave seda  de alta calidad y con preciosas combinaciones de colores brillantes, con los cuales la alta sociedad española y mejicana estaba encantada.


El mantón en España va cambiando de diseños, los cuales tienen más que ver con su cultura y se le adicionan los flecos que aportan el movimiento en el baile flamenco y se convierte en pieza fundamental en el vestido tradicional de Andalucía.



Entrelazada en el tejido y bordado de seda, y entre sus flecos, el Mantón de Manila, lleva la historia de un mundo, en el cual, los españoles eran reyes del Pacífico y poseedores de la mayor parte de América, la esplendorosa tradición de un exquisito bordado en seda de la China, el puerto de Manila como punto de partida para los galeones 
y los bailes flamencos. 
Una pieza que combina lugares y tradiciones muy distintos a través del mundo y que confluyen con maestría en  una pieza de vestir exquisita.